Alejandro Camacho es miembro de nuestra Misión y se congrega en la Iglesia de Centenario. Cuando llegó a los caminos del Señor, cargaba consigo laadicción a las drogas, en las cuales cayó desde muy pequeño a la edad de 12 años. Marihuana, cocaína y paco fueron algunas de las cadenas que tuvo durante mucho tiempo hasta que conoció a Dios y logró salir de todas ellas. Cambiando su vida por completo.

Presentamos a continuación el testimonio completo de nuestro hermano, contado con sus propias palabras a través de la entrevista realizada por la hermana Lorena Andaur.

Principales comentarios.

Alejandro Camacho: «Mi nombre es Alejandro Camacho y tengo un testimonio lindo que Dios hizo en mi vida. Cuando tenía 4 o 5 años, yo ya conocía a Dios… mi mamá me llevaba a la Iglesia y yo estuve yendo hasta los 12 años. Luego de eso, yo agarré la junta y ya a los 12 años me empecé a drogar, ya iba a la calle solo…»

Lorena Andaur: «¿Qué empezó a consumir?»

Marihuana… y cocaína. Antes había eso.

«El paco…¿llegó a consumir?»

«Si el paco si, pero bueno el paco vino después, ahora, hace poco, hace 10 años más o menos empezó el paco, porque antes la gente grande de antes era cocaína y marihuana nada más.»

«¿Y cómo hacía usted para obtenerla?

«Bueno yo tuve la suerte porque trabajaba, yo trabajé desde chico, yo nunca me dediqué a robar ni estafar a nadie, nada. Yo siempre… yo tuve una crianza, como te digo, hasta los 12 años fui a la iglesia y se me quedó muchas cosas, ese aprendizaje de mi niñez se me quedó lo que era lo bueno y lo malo aparte».

«¿Y qué es lo qué perdió por el consumo?

«Y perdí a mi familia, yo tuvé ocho chicos, tuve yo, con la misma mujer.»

«¿A ellos intentó alguna vez darles?

«No, eso era lo contradictorio ¿no es cierto? porque yo fumaba delante de ellos pero yo les decía que eso era malo que eso no lo tenían que hacer. ¿Me entendés? Pero uno, cuando está en eso esta ciego, el Diablo lo tiene cegado, lo hace creer que lo que uno hace está bien y sin darse cuenta esta haciendo mal… esta haciendo mal a la familia a los hijos, a todos, a todo el mundo. Ahora yo me doy cuenta de todas esas cosas, porque cuando uno se entrega a Dios, Dios le saca esa venda y ahí se da cuenta de todas las cosas».

«¿Alguna vez intentó auto agredirse bajo el efecto de drogas? ¿de querer matarse, de querer suicidarse o algo?»

«No, ehhh… La marihuana no te hace eso. Hay veces que yo escucho «No porque el efecto de drogas trato de matarse» No, las drogas no te hacen eso. Capaz que el paco… el paco si, el paco te lleva a eso, porque el paco te lleva a una desesperación cuando uno no tiene más, que quiere conseguir y hace cualquier cosa para seguir consumiendo. Osea, el paco te lleva a veces a una depresión. Yo estaba en mi casa, estos últimos tiempos te estoy diciendo, ponele tres años porque hace dos años que estoy viniendo a la iglesia, ponele tres años, estaba en mi casa y.. yo fumaba solo el paco en mi casa…yo compraba y fumaba toda la noche. Me iba amanecido a trabajar…. y el diablo me ponía en la cabeza «¿para qué vas a vivir así?» osea me hablaba, eran las 3 o 4 de la mañana y el diablo me hablaba: «¿para qué vas a vivir así, sino te quiere nadie? trabajás todo el día, vivís sólo, vivís como un perro porque no tenés a nadie al lado tuyo…¿para qué vas a vivir así?» y yo tenía un espejo que lo daba vuelta porque yo miraba al espejo y veía a uno todo encapuchado y el diablo me hacía mirar el techo para que yo busqué un lugar donde atar un cable que tenía para ahorcarme. Hasta eso llegué…. Me daba miedo, porque yo sabía que era algo malo, yo sabía que me iba a suicidar».

¿Las drogas dejaron algún aspecto en su cuerpo? ¿Cómo se sentía?

Antes yo me sentía mal… antes quería… osea cuando yo empecé a venir, las dos primeras semanas; mire lo que es Dios, ¿no? cuando uno viene con ganas de cambiar su vida. Porque yo… escucho veces que hay personas que pasan años y meses… y como que Dios no hace nada en sus vidas… pero yo pienso que eso porque no abren su corazón a Dios, hay algo que ellos no quieren dejar todavía esa vida que hacían antes. Porque yo vine e iba adelante, cuando pasaban a orar por los enfermos, yo me arrodillaba y le pedía a Dios que me saque esa abstinencia que me saque esa adicción, esas ganas de fumar… Yo sabía que El era el único que me podía sacar de eso. Y le pedía a Dios y me arrodillaba y esa fe que yo tenía…bueno yo iba a mi casa y encontraba siempre a alguien…. Yo me hice amigo de una mina que fuma también paco y daba la casualidad que yo me la encontraba a ella y salíamos de casa y fumábamos… ella me invitaba o yo la invitaba a ella y bueno, fumábamos. Así, dos semanas, al segundo sábado que yo vine, estábamos en la casa de un pibe, un sábado era y estábamos fumando cigarrillo y yo le digo a uno «convidame una pitada» porque el diablo te tienta porque a mi me agarró ganas de fumar cigarrillo…. Y, ¿viste que los pibes te cargan? «No, porque vos vas a la iglesia, ¿qué vas a fumar?» y me pasaron el cigarrillo y le pegué dos pitadas; y empecé a lagrimar, el cuerpo rechazó y empecé como a querer vomitar… pero es algo que es impresionante. Así pasó.

¿Es más feliz ahora o cuando consumía?

No, ahora, ahora. Yo soy mucho más feliz ahora que antes. Porque antes cuando consumía era feliz un ratito hasta que se me terminaba la droga y se me terminaba la felicidad. Pero ahora gracias a Dios, soy feliz porque no estoy esperando en conseguir droga para estar bien, yo ahora las 24 horas estoy bien. Puedo dormir bien, me levanto bien. Trabajo; antes estaba angustiado, estaba mal, estaba triste yo en el trabajo estaba así agachado, porque estaba re mal. Hoy canto, doy gracias a Dios, canto alabanzas, todas esas cosas. Hay un cambio terrible en mi vida.