Día del Avance Juvenil
La juventud es una etapa de la vida que pasa muy rápido y debemos saber valorarla y aprovecharla al máximo.
No hay nada mejor para nosotros que decidir invertirla en el reino de los cielos que permanece para siempre.
“Tu reino es reino de todos los siglos, Y tu señorío en todas las generaciones.” (Salmos 145:13)
Siempre debemos tener en cuenta lo que la palabra dice en Eclesiastés 12:1
“Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento”
Nos habla y nos anima a cuidar los días que Dios nos da en esta tierra.
Sabemos que el enemigo usa muchas cosas de este mundo para alejarnos del camino de salvación.
A veces personas con malas intenciones pueden llegar a nuestras vida pero sin importar que haga o diga el resto debemos servir a dios constantemente y siempre llenarnos del Él.
Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.
(1 Timoteo 4:12)
Por eso es importante cuidar nuestro corazón y tomar las palabras dichas por Pablo a Timoteo como si fueran para nosotros.
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
(2 Timoteo 2:22)
Vemos como también es importarte rodearnos de personas que también busquen a Dios de corazón para poder amonestarnos los unos a los otros.
La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
(Colosenses 3:16)
Recordemos como Pablo alentaba a la iglesia de Corinto a que todo esfuerzo y trabajo realizado para Dios no es en vano.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
(1 Corintios 15:58)
Y siempre recuerda las palabras de Salomón:
Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.
(Proverbios 3:5-8)
¡Dios los bendiga!