No tengo nada para ofrecer, nada que te pueda sorprender Solo un corazón quebrantado, una y otra vez. Y no hay nada que me enamore mas, nada que me apasione más Solo tu presencia, Solo tu mirada, me hace suspirar. Me inclino ante ti, Rey que perdona, Multitud de errores, me inclino ante ti.
Coro:
Digno eternamente, digno impresionante, Y digno solo ante ti yo me inclino.
Los acordes descritos en esta alabanza son los básicos y mínimos necesarios para su ejecución.