El hombre corrompe la creación de Dios (parte 2).

Esta es la segunda parte de nuestro tema del mes. Puedes leer la primera haciendo clic aquí.

El aborto.

Según parte de la sociedad, dependiendo del tiempo de gestación de un embarazo se puede determinar si se trata de una persona viva o si es un simplemente un organismo más. Nosotros, los hijos de Dios, sabemos que la vida comienza desde el momento en que Dios establece la fecundación.

Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.

Salmos 139:16

Para crear vida se requiere más que un hombre, una mujer y una relación sexual. Un embarazo no es una cuestión mecánica y repetitiva que se obtiene de juntar un espermatozoide y un ovulo; ya que sólo cuando es voluntad de Dios, se da origen a un embarazo. ¿Cuántas relaciones sexuales son llevadas a cabo sin ningún medio anticonceptivo y aun así no se origina un embarazo? Crear una nueva vida no está en poder de los hombres, sino que es algo depende de la voluntad de Dios. Es por ello que Sara y Abraham fueron capaces de concebir un hijo en su vejez, porque fue voluntad de Dios.

Entonces, dado que todo embarazo es fruto de la voluntad de Dios, el hombre no debe atentar contra la vida que el conlleva. Desde el momento que una mujer está embarazada, desde ese momento existe la vida y como tal debe preservarse.

Actualmente se escuchan diversos argumentos en favor de acabar con una vida, donde se plantean como razones válidas desde la conveniencia de la mujer para tener un hijo hasta las probables condiciones económicas del futuro para mantener al niño. Estos argumentos pueden hacer mella sobre los creyentes, llegando a confundirnos y haciéndonos pensar que existen determinadas situaciones donde es correcto acabar con la vida del niño. Incluso se buscan juegos de palabras para llamar de forma políticamente correcta al aborto y lograr más adhesiones por parte de la sociedad. Pero, aunque se pretendan disimular, en todos los casos acabar con un embarazo es un asesinato que va en contra de la voluntad de Dios.

Ideología de Género.

Hoy muchos promueven que ser hombre o mujer es algo que puede elegirse, que puede cambiar, ya que no necesariamente tiene que corresponder con tu sexo, sino que se trata de una construcción social y que uno libremente puede mutar de un género a otro. Estos conceptos son la base de la ideología de género.

La ideología de género establece una disociación en el ser humano en cuatro factores: el sexo biológico (cuerpo con el que se nace), la identidad de género (identidad que siente la persona y que puede coincidir o no con el sexo biológico), el rol de género (rol social de hombre o mujer, el cual viene determinado por la sociedad) y la orientación sexual (hacia quién se siente atraída la persona). Por poner un ejemplo práctico, una persona puede haber nacido mujer, pero sentirse hombre, actuar socialmente como hombre y sentirse atraída hacia otra mujer.

Las personas que sostienen esto, incluso niegan o restan importancia a los hechos comprobados por la ciencia: al nacer una persona adquiere biológicamente una combinación de cromosomas que corresponde con el sexo: XX para las niñas y XY para los niños y esta combinación se escoge, sino que viene determinada por los genes.

Más allá de todas estas cuestiones, la palabra de Dios es clara: varón y hembra fueron creados.

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Génesis 1:27

Por consiguiente, los creyentes no debemos ser confundidos por estas cuestiones, sino que al contrario tenemos que sostener la verdad establecida en la palabra de Dios. Sin entrar en discusiones acaloradas contra los defensores de estas prácticas y aceptando que seremos despreciados por mantener la verdad de la palabra de Dios.

En ese sentido, es habitual que los defensores de esta ideología exijan a otros “empatía” o tolerancia para que todos aceptemos que “cada uno es lo que quiere ser”; pero curiosamente estas personas son las mismas que suelen despreciar a otros por creer en Dios y su palabra.

Por último, si bien puede parecer que estos temas son nuevos, los mismos ya fueron considerados por la palabra de Dios.

Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Por lo cual también Dios los entrego a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre si sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que, al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.
Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismo la retribución debida a su extravío.
Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, in misericordia;quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no solo la hacen, sino que también se complacen con los que las practican. Romanos 1:22

El desafío de la iglesia es mantenerse firmes en la palabra de Dios y no ser contaminados en nuestras mentes con estas nuevas ideologías o pensamientos. La palabra de Dios nos ha dado claras direcciones en cuanto al matrimonio, al aborto y la ideología de género que debemos sostener y creer, pues forman parte de la palabra del Dios.

Además, debemos estar alertas para que estas cuestiones no hagan mella en nuestras familias, ya que muchas veces los miembros más jóvenes de nuestras familias pueden ser confundidos por este tipo de cuestiones que muchas veces son tratadas en los colegios, donde se da una instrucción meramente política, sin reparar en fundamentos científicos o la palabra de Dios. En ese sentido, debemos enseñar a nuestros jóvenes sobre estos temas apoyados y fundamentados sobre la palabra de Dios porque estamos en este mundo y debemos convivir con estas cuestiones, pero no debemos entregarnos a correr tras ellos.

Templos del Espíritu Santo.

Cuando Dios creó al hombre, lo formo del polvo de la tierra y además añadió algo especial que es que Dios sopló en su nariz aliento de vida. Ese aliento fue lo que añadió vida al cuerpo hecho del polvo de la tierra. Además, y como algo diferenciador al resto de la creación es que fuimos formados a imagen y semejanza de Dios.

La palabra de Dios marca algo muy importante y es que nuestros cuerpos no nos pertenecen, sino que fueron comprados por él para constituir su templo.

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y no sois vuestros?

Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

1 Corintios 6:19-20

Por lo tanto, nuestra responsabilidad es cuidar el cuerpo que Dios nos ha dado y no contaminarlo, corromperlo o mutilarlo por nada ni por nadie.

El hombre en su afán por experimentar promueve prácticas que destruyen el templo de Dios: tatuajes, piercings, mutilaciones, cirugías innecesarias, cambios sobre los rasgos físicos para parecer más jóvenes, drogas, alcohol, químicos y alucinógenos son sólo algunos de los elementos que hoy en día se promueven como modas o nuevas experiencias y que son abiertamente aceptados por todos. Lo que antes era malo, hoy es aceptado y promovido.

Pero todas estas cosas que atentan contra los cuerpos son abominaciones que Dios rechaza y condena porque van contra la santidad.

Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es

1 Corintios 3:16-17

El problema principal de estas prácticas es que muchas veces resultan atractivas para los ojos humanos, incluso para los de los creyentes y es ahí cuando se abre la puerta para que estas prácticas ingresen a nuestras vidas. Comúnmente se recurren a argumentos que minimizan el daño real que encierran y se ofrecen como ventajas mejoras en la apariencia que permitirá ganar más aceptación por parte de la sociedad.

Pero los hijos de Dios deben mantenerse firmes en la palabra de Dios y no conformarse a las cuestiones de este mundo, sin por el contrario permanecer constantes en la oración, poniendo los ojos en Cristo.

Todas las cosas me son lícitas, más no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna manera.

1 Corintios 6:12

Conclusión Final.

El mundo avanzará hacia su destrucción, la cual no se detendrá, pues forma parte de las cosas que la biblia predice. Constantemente irán surgiendo nuevos pensamientos, ideas y prácticas que serán promovidas como sanas y buenas, pero que se fundamentan en cuestiones morales que van contra la voluntad de Dios. A estos la biblia los identifica y los clasifica como “inventores de males”.

Nuestro principal desafío es permanecer firmes en lo que hemos aprendido y no ser contaminados con ninguna de estas cosas que muchas veces pueden confundirnos dando lugar a que nos apartemos del camino de Dios. Pero, ante todo, siempre debe recurrirse a palabra de Dios, que es la que nos guía y nos marca el camino. La biblia fue escrita por hombres inspirados por Dios hace muchos años, pero aún hoy se mantiene vigente y por ello nosotros debemos sostener todo lo que ella nos enseña, aumentando nuestra fe cada día.

Romanos 12:1-2
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
1 Pedro 4:1-4
Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento; pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado, para no vivir en el tiempo que resta en la carne, conforme a las concupiscencias de los hombres, sino conforme a la voluntad de Dios.
Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles, andando en lascivias, concupiscencias, embriagueces, orgías, disipación y abominables idolatrías.
A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; 5 pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos.
San Mateo 5:11-12
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros.
Romanos 1:16-17
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente y también al griego.
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

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