Un esfuerzo conjunto

El éxito de la 46° convención de jóvenes, se debe al trabajo en equipo y la colaboración de todos. Los hermanos, los jóvenes y las hermanas Dorcas unieron sus fuerzas para crear un ambiente acogedor, alegre y memorable para todos los participantes.

La iglesia se transforma:

Los hermanos, con gran dedicación, se pusieron manos a la obra para que la iglesia luciera impecable para la convención. Se encargaron de todos los arreglos en la infraestructura: Repararon desperfectos, pintaron paredes, arreglaron techos, colocaron nueva iluminación y revisaron el sistema eléctrico. Acondicionaron los baños, las cocinas y renovaron todo el frente de la iglesia.

Jóvenes decoran y agasajan:

Los jóvenes, llenos de entusiasmo, se dedicaron a decorar los dos salones. Crearon un ambiente festivo y elaboraron los presentes entregados: un cubertero y un cuello de viaje para cada convencional.

Las hermanas Dorcas nutren el espíritu:

Las hermanas Dorcas, con su gran corazón y talento culinario, se encargaron de toda la cocina.
Planificaron un menú nutritivo y delicioso para los tres días de la convención, que incluía desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Con esmero y dedicación, cocinaron cada plato para que los jóvenes disfrutaran de una experiencia gastronómica memorable.
Tambien estuvieron atentas a la limpieza, antes y durante todo el evento.

El grupo de alabanza se prepara:
Acondiciono todo el cableado y las conexiones a la consola. Renovaron fichas y reacomodaron el espacio para hacerlo más ameno a los invitados.
Como broche de oro, se adquirió una batería completamente nueva para la Iglesia.

Equipo red audiovisual:
Con gran dedicación y planificación, supieron llevar adelante las transmisiones, logrando una gran audiencia; innovando con logos, tomas múltiples de las distintas cámaras y un gran sonido.

Un trabajo en equipo

El éxito de la convención se debe al trabajo en conjunto de todos: hermanos, jóvenes y hermanas Dorcas. Cada uno aportó su granito de arena para crear un ambiente acogedor, lleno de alegría y espiritualidad, donde los jóvenes pudieran fortalecer su fe y compartir momentos inolvidables.

Dios pagará y recompensará el trabajo de cada uno de los hermanos, que desinteresadamente dedicaron su tiempo, esfuerzo y materiales a la obra de Dios.
¡Que todo lo hecho, sea para la Gloria y Honra de nuestro Señor!

«Cada uno ayuda a su compañero y dice a su hermano: ¡Sé fuerte! El artesano anima al joyero y el que aplana con el martillo dice al que golpea el yunque: «¡Es buena la soldadura!»; luego asegura el ídolo con clavos para que no se tambalee.»

ISAIAS 41:6-7
¡Loma Hermosa cumplió 29 años! Una nueva etapa, un nuevo púlpito.
Los comentarios están cerrados.